ME ENCANTA

Me encantan las vacaciones; bueno en realidad no tanto porque son épocas en las que invariable, inevitable y tristemente engordo. Pero la verdadera razón por la que me encantan las vacaciones es porque un par de mis mejores amigas, que ahora viven del otro lado del país vienen al D.F. y aunque vienen por periodos cortísimos, no podemos dejar de vernos aunque sea una vez cada seis meses,y ponernos al tanto de nuestras vidas: que si ser interna en ginecología es lo peor que puede existir en planeta (al menos en mty.) o que la familia pasa por un pésimo momento o que si ahora voy a cancún. Lo mejor son los chismes, jeje, que si el novio ya no es el novio y ahora el novio es alguien diferente ( y al parecer mucho mejor, jeje ), o que si el que era novio tenía dudosos hábitos personales o que si finalmente los que eran los novios resultan ser "jerks". Pero lo mejor de lo mejor es la odisea que realmente implica vernos. Primero ponernos de acuerdo en día, hora y por supuesto lugar.Una vez decidido esto llega el momento del reecuentro, que en ocasiones resulta como de telenovela; y es que de verdad, a veces sucede que en cuanto nos vemos a la distancia corremos con los brazos abiertos para encontrarnos en un gran abrazo, con toda la gente alrededor observando "el reencuentro" y ya que eso sucede, se procede al café, restaurante, bar, mercado, etc. donde siempre, ocurre algo cagado, la última fué realmente graciosa, los invito a conocer la anécdota en el blog "nerey is in the house". Así que en estos días terminan esos brevísimos días en que aquel ilustre par de ahora doctoras nos vistan en ésta gran cidudad y la verdad es que siempre resulta agradable pasar una mañana o una tarde con las viejas y buenas amistades, que perduran a pesar del tiempo y la distancia; aunque sea una vez cada seis meses.
Entonces queridas amigas, tristemente las veo aproximadamente en seis meses...
(a menos claro que me vuelva rica y pueda ir a visitarlas antes, a aquellas lejanas tierras norteñas que ahora son su hogar)